La carrera como atleta de Gerardo Suero Correa, nuevo presidente de la Federación Dominicana de Atletismo, fue tan corta como su especialidad de los 100 metros planos.
Solo 10 años estuvo como atleta activo (1977-1987), pero lo que le faltó en longevidad lo ganó en intensidad, gracias a un esfuerzo sostenido y concentrado.
Ese mismo esfuerzo que le permitió pasar de vender café y programas de carreras en el hipódromo Perla Antillana a ser el primer atleta dominicano que pasaba de las eliminatorias en unos Juegos Olímpicos. El camino no fue fácil.
Además de trabajar y entrenar, debía de estudiar para cumplir con las expectativas de su madre, Doña Epifania, una analfabeta que se ganaba la vida lavando y planchando; pero que se había trazado el plan de que sus seis hijos sí se prepararan académicamente.
Nacido en Villa Juana y criado en Cristo Rey, Suero Correa inició su incursión en el atletismo “echando carreras” con sus amigos en las calles del último sector.
Corría el año de 1977 y ya el joven estaba a punto de cumplir los 20 cuando surge el club Hijos de Duarte.
Extremadamente delgado, pero con poderosas piernas, Suero Correa ganó su primera competencia de velocidad.
“Héctor Bencosme me observa e invita a ir al Centro Olímpico. Al día siguiente, tras salir del Liceo Juan Pablo Duarte donde cursaba el tercer año de bachillerato, tomo mi bicicleta hacia ese destino. Alberto Torres de la Mota fue mi primer entrenador. Hice 10, 6 ó 10,7 en la prueba de 100 metros y me dio el visto bueno”, recuerda.
El momento que lo marcó se produjo cuando Danilo Aquino, presidente de la Federación en esa oportunidad, se le acercó y le preguntó si estaba dispuesto a practicar el atletismo.
Tras la respuesta afirmativa el consejo no se hizo esperar: “El atletismo te puede abrir muchas puertas si lo combinas con el estudio. Te puede servir de trampolín para lograr muchas cosas en la vida”.
Y no lo desaprovechó ya que, al mismo tiempo que desarrolló una destacada carrera como atleta de campo y pista, tuvo el tiempo para graduarse de contable y más adelante de abogado.
Recuerda de manera especial su primera competencia organizada: El primer torneo superior interclubes, en marzo de 1977, y en el que corrió representando al Mauricio Báez para el que había sido reclutado por el propio Aquino y Ramón de Jesús Vidal.
Se alzó con dos medallas de bronce en las competencias de 100 metros planos y la combinada de 4X100. Fue el inicio de una larga secuela de éxitos que lo llevó a destacarse en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Universitarios, Centroamericanos de Atletismo, Panamericanos y Olímpicos. Su punto más alto lo alcanzó en los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980, cuando en la especialidad de 100 metros clasificó a los cuartos de final (donde fue eliminado) para convertirse en el primer dominicano que corría más de una vez en las olimpíadas.
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