domingo, 30 de mayo de 2010

ADIOS JOSE LIMA

Escrito por ROLIN FERMIN
José Lima, aunque esta vez no por cuenta propia, necesitando más que cuando lanzó a sus compañeros de equipo, volvió a subir al montículo del parque Cibao desde donde registró hechos que permitieron que se escribieran páginas doradas del béisbol de República Dominicana.

En esta ocasión, a eso de las tres de la tarde de ayer, no parado encima del box, sino acostado, inerte en un ataúd, sin uniforme de béisbol, el que le cambiaron por un traje a cuadros, cumplió un rol que jamás pudo imaginar y sin tirar una para el home consiguió como nunca tener todo el público que asistió al hogar de las Águilas Cibaeñas a su favor.


Polonia tembló al hablar de Lima
Ayer no importó simpatía, la afición dominicana del béisbol se convirtió en solo una y despidió su cuerpo sin vida como jamás se lo pudo imaginar.

Los miles de fanáticos, los cientos de amigos y compañeros que se congregaron desde temprano en ese escenario deportivo divino, esta vez la emoción produjo luto y dolor, se cambiaron los vítores y aplausos por lágrimas y sollozos.

Luis Polonia, la máxima figura de las Águilas, su compañeros la mayor parte de su carrera y adversario ocasional en el campo de competencia, se le vio temblar, llorar como un bebé de impotencia cuando el ataúd portador del cadáver de su eterno loco fue sacado del carro fúnebre que le trasportó al estadio Cibao convertido en morada, desde el aeropuerto Cibao.

“Dios mío, esto no es verdad”, aún aturdido e incrédulo, de lo que se resistía aceptar.

No más palabras, La Hormiga Atómica perdió el aliento, se quedó momentáneamente si respiración y hubo que auxiliarle.

Nada pareció más dramático, los llantos parecían multiplicarse en cadena, el estadio se llenó de lágrimas, sollozos que solo detuvo cuando se escuchó un primer coro de “Lima, Lima, Lima”, que luego cesó para dejar escuchar la canción de “la alegría, del hermano que escucha, que sueña cantando y vive soñando”.

Lima, quien falleció la madrugada del sábado antepasado en Los Ángeles víctima de un fulminante ataque al corazón, provocó que sus amigos y ex compañeros como Julián Tavárez, Alberto Castillo, Neifi Pérez, Bernie Castro, Bartolo Colón, Santiago Ramírez, José Mesa, Cecilio Guante, José Cabrera, Nelson Norman, Junior Noboa, entre otros, fueran a verle como nunca se imaginaron: tranquilo, en silencio, todo lo contrario a cómo vivió y se le mostró durante sus 37 años de existencia junto a su inconsolable madre Nurys Lima y su padre Francisco Rodríguez (La Charca).

No solo jugadores, sino también miles de simpatizantes y admiradores como el ex presidente de la República Hipólito Mejía y el funcionario gubernamental Mícalo Bermúdez.

Corazón destrozado
Para Winston Llenas, presidente de las Águilas, al que Lima le recalcó de manera reiterada que era más aguilucho que él, esta vez le reprochó a través de sus palabras que “te fuiste sin despedirte de nosotros y por eso te estamos despidiendo a ti, aquí en el estadio Cibao, donde irónicamente nos diste tanta alegría” Llenas confesó que “Santiago tiene el corazón roto y las Águilas también”.

TESTIMONIOS
Para el ministro de deporte Felipe Payano, Lima fue “un ícono, una gloria que supo representar con dignidad las Águilas y la República Dominicana”.

Miguel Diloné, el más excitante jugador de la pelota dominicana, consideró que con la muerte y partida de Lima, el béisbol dominicano pierde un gran competidor y Santiago uno de los hombres más nobles.

Moisés Alou, hoy gerente general de los Leones del Escogido, lo definió uno de los mejores amigos y compañeros.

“Siempre fue para mí como yo para él”.

Personas como Lima, a juicio del doctor Luis Campos, representante de la Liga Dominicana de Béisbol, “personas como José Lima, con toda esa chispa, se recordarán para siempre”.

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