San Juan (EFE).- La República Dominicana, comandada por seis remolcadas entre Ricardo Nanita y Willis Otáñez, le quitó hoy la condición de invicto a Cuba en el Torneo Premundial de Béisbol de las Américas al vencerlos 9-6 en el estadio Hiram Bithorn de San Juan.
La última ocasión que los dominicanos habían vencido a los cubanos fue en la primera edición del Clásico Mundial de Béisbol con marcador de 7-3 en partido que se llevó a cabo en el mismo estadio capitalino de Puerto Rico.
La selección dominicana rayó sus primeras anotaciones en la cuarta entrada gracias al cuadrangular de dos carreras de Otáñez ante el abridor cubano Miguel González.
En la siguiente vuelta, la plantilla dominicana soltó nuevamente los bates contra los lanzadores cubanos al marcarle tres carreras más.
Luego de dos ponches seguidos y con José Constanza al bate, Víctor Mercedes en la tercera y Bernie Castro en la primera bases, respectivamente, se estafaron el plato y la intermedia a la misma vez.
El receptor cubano Ariel Pestano tiró hacia el parador en corto Yorbis Borroto, quien hizo lo propio al plato para sacar a Mercedes, pero se deslizó de manera excepcional, logrando anotar y poner el juego 3-0.
Constanza luego bateó a Borroto, pero tardó en fusilar al bateador en la primera base, llegando quieto. El inicialista José Abreu lanzó al plato para sacar a Castro, pero el dominicano fue más rápido que el lanzamiento, anotando la cuarta anotación de los dominicanos.
El lanzador González, entonces fue relevado por Norberto González, quien fue saludado por un doble de una carrera de Ricardo Nanita, abriendo el marcador 5-0.
Los cubanos, no obstante, respondieron en la baja de la entrada gracias a un cuadrangular de tres carreras del veterano receptor Ariel Pestano para cerrar el juego 5-3.
La escuadra cubana continuó efectivo en su ofensiva con par de imparables de Borroto y Alexei Bell, por lo que Lebrón fue relevado por Bartolomé Fortunato.
La plantilla dominicana, no obstante, agregó dos anotaciones más en la alta de la séptima. La primera fue gracias a un batazo de Castro, que remolcó a Pedro López para el 6-3.
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